Avanti, Sempre Avanti.

Recíen noté que yo siempre he mirado hacia atrás, mis culpas, mis aciertos, siempre el análisis y mi perspectiva están basados en el pasado, los amores, las alegrías, las tristezas y claro bajo la premisa de que todo tiempo pasado fue mejor no ayuda en absoluto. Siempre he estado dos pasos atrás.

Lo cierto es que no todo tiempo pasado fue mejor, el tema radica en que la memoria histórica del hombre utiliza como recurso el mecanismo de defensa del olvido que es además una herramienta muy valiosa, imagínense si aún estuviéramos llorando por anita cuando nos rompió el corazón.

Claro, ahora ya no significa nada, pero hace 25 años yo era la persona más misesable del mundo y la trama de la vida es así, es en el momento donde uno vive su infierno. Por lo que mi teoría contempla el hecho que no todo tiempo pasado fue mejor. Ni mejor ni peor, no es comparable.

Ahora, mi teoría contempla también que cierto pasado, se le pega a uno como un lastre, esto provoca que mirar hacia el futuro, sea simplemente un ejercicio mental de proyección pero no una decisión de trabajar en el. Mirar hacia adelante sin que mi presente se afecte, mirar hacia adelante con el único objetivo de visualizar en que me gustaría convertirme que me gustaría hacer, y comenzar a trabajar en eso, enfocado en que lo voy a lograr, volcando mis energías a eso.

Esto implica, dejar el pasado atrás, todo. Reestructurar todo, para poder decidir correctamente. Dejar los lamentos, los buenos momentos vividos, dejar atrás las malas experiencias y las buenas. Ya son parte de mí en todo caso, toda mi experiencia forma parte de mi, entonces no tiene caso (según esta nueva teoría) volver una y otra y otra vez a recordar y a lamentarse.

Tanto vivir de pasado como del futuro castiga fuertemente el presente, no permite vivir el ahora, que a fin de cuentas como dijera Cabral es la estación donde viviremos el resto de nuestras vidas. Por el pasado no puedo hacer mucho ya, pero por el futuro si que puedo, puedo trabajar hoy, puedo tomar decisiones hoy, puedo a diferencia del pasado, hacer correcciones.

Quizás no sea tan difícil, es tomar lo que uno sabe que quiere, y empezar a trabajar en ello, que se convierta en una convicción de que el camino que estoy tomando me llevará donde quiero ir. Dejar de mirar hacia otro lado. Volver la vista hacia adelante, viviendo el presente, olvidarse de aquella persona que te hicieron creer que eres.

Tal vez funcione, es una teoría a la que le faltan muchas horas aún de meditación. Pero hay una liberación en todo esto. Hay un sentimiento de que mi presente siempre va en función de mi pasado, cometiendo los mismos errores, nublando mi juicio.