miércoles, 20 de diciembre de 2017

Castillos en el aire.


Yo me subí al bus, andaba un billete de mil colones, el pasaje costaba 110 colones, cuando le entregué el billete al chofer, algo dentro de mi se detuvo, el corazón empezó a palpitar cada vez más rápido, el mundo exterior se silenció, se nubló la mente y luego solo sentí la mano del chófer golpeando la mía para darme el vuelto. Busqué un asiento y me sentía fuera de mi, asustado, inseguro.

Lo mismo pasaba, si iba a un mcdonalds o al supermercado, si tenía una discusión o si me enfrentaba a un examen, cada vez eran más frecuentes las malas decisiones y claro en ese momento tu no estas contigo, estas nublado, asustado, cómo tomas buenas decisiones así?.

Al cabo de un tiempo me diagnosticaron trastorno de la ansiedad, al principio la solución eran los medicamentos, tome hidroxicina y se sentirá mejor, y claro uno se siente mejor, pero que pasa en la mente?. Un día abandoné el tratamiento, y me centré desde hace años a entender el problema y a tratar de mejorarlo, enfrentar las situaciones y tipificar las situaciones que me generaban ataques de pánico con el fin de ir trabajándolas.

La ansiedad es un tema a lo mejor común, de hecho es considerado un padecimiento común, pero para los que la padecemos es un punto que nos hace diferentes a los demás, no nos hace especiales solamente nos hace vulnerables, hay ciertas situaciones que son incomodas para los que padecemos ansiedad, cosas cotidianas que para los demás son diarias pero que para nosotros es un mundo.

Uno no quiere ser así, uno comete errores, errores que no pueden explicarse para ser justificados como uno deseara, pero que a la larga pues uno no puede ponerse a llorar por todos los errores que comete, no queda más que analizar, aprender y aplicar, pero no es fácil.

Fácil sería echarle la culpa de todo a la ansiedad y la verdad es que no es así, yo soy odioso por naturaleza y burlista y terco, pero también soy noble y generoso y honesto, nada de eso es culpa de mi condición.

Como dijo Fito "Al final lo que queda es abrazarse confiar en el otro amar y dejarse amar en medio de la balacera que es la vida "

1 comentario:

Te Pido Perdón Viejo Amigo

Amigo mío, que siempre estuviste ahí esperando, rogando al cielo por que te ayudara, perdóname, por que no es sino hasta hoy que logro en...

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