Mañana mismo me pongo a dieta, yo me voy a meter al gimnasio, yo pienso ahorrar...etc....El año nuevo trae consigo una magia especial sobre los propósitos del año que inicia y sobre el acto de fe (tan necesario en estos tiempos) sobre las metas y los objetivos que queremos en esta nueva etapa.
personalmente no soy adepto de esta creencia, pero entiendo muy bien que la gente utilice este método para llenarse de energías y empezar a crear las bases de lo que se propone; lamentablemente a las tres semanas el resultado es negativo en la mayoría de las veces.
La estadísticas de matricula en los cursos de baile, de idiomas, de gimnasio suben exponencialmente, y la deserción la acompaña conforme pasan las semanas. Sin embargo en muchas otras ocasiones puede funcionar, la idea de plantearme objetivos nuevos para el año que viene puede ser un ejercicio mental valido, puede servir para meditar sobre lo que quiero agregar a mi vida y sobre lo que quiero eliminar de mi vida, aprovechar una fecha clave como lo es un inicio de año puede ser una herramienta eficaz si se sabe aprovechar.
Sin embargo no será el 2018 el que nos de la clave para levantarnos y andar. La clave será la energía que pongamos en ello, creer que no es necesario un día al año para empezar, para cambiar, para empezar a ser feliz, esto lo puedes hacer un primero de enero o un 18 de julio, la fecha no importa.
Yo no soy de ponerme metas para el año, primero porque no soy de hacer planes, segundo porque trato de ir haciendo cada día mis metas, las fallo, las vuelvo a retomar y las vuelvo a fallar, voy a prueba y error, pero esto es porque yo soy así. De pronto una mañana cualquiera se me viene a la mente un destello brillante sobre algo que estoy haciendo mal y que debo corregir o sobre algo que dejé de hacer que quiero retomar o sobre algo nuevo que quiero hacer.
Más allá de si sirve o no hacer propósitos de año nuevo, me parece que lo importante es seguirlos, cuidarlos, conservarlos, revisarlos, empezarlos y corregirlos de camino si hace falta, todos los días cambia algo, nuestro entorno, nuestra vida, todo cambia, fluye. Dice una frase que un hombre no podrá nunca cruzar el mismo río dos veces porque ni el hombre ni el río serán los mismos.
Quizás sea bueno pensar en que en el año todo irá bien, pero el año son 365 días donde debemos soñar, entregarnos al 100% que es lo mínimo que todos debemos dar, entregarnos a nosotros mismos, ser fieles a lo que queremos a lo que soñamos. Trabajar por lo que se quiere, esperando que mañana sea mejor, siempre a la espera de un mañana un poco mejor. En todo caso cada quién puede hacer lo que quiera, si le funciona hacer propósitos sería una lastima que dejara de hacerlo.
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