Anoche
visite tu patio
como
hiciera en mis mejores tiempos.
Allá en la
esquina me hice un puñito
para que
tus sueños no me encontraran.
Descubrí
que fue de tu vida,
supe que también
te hice falta
y que si
estuviste con otros
fue por
darle celos a mi recuerdo.
Luego me
encontraste
y des hiciste
ese puñito.
Me invitaste
a recorrer
el paraíso que
pensé perdido.
Y viajamos
en bicicleta,
el mejor
viaje de un corazón pobre.
Se hizo
corto el recorrido
para dos
almas eternas.
De repente me despertó la rutina,
insensata con
su voz alarmante.
Anunciando el
inicio de un nuevo día
y el fin de
mi visita en tu patio.
Diego Demora
Senza Parole!
ResponderEliminar