Una segunda oportunidad

Anímate vamos, no nos pasará nada...
tu madre no tiene por que darse cuenta...
ven vamos a jugar cerca del almacén...

Es mejor que no, mamá dice que no nos acerquemos demasiado a los humanos y sus maquinas.

Vamos que dices, que tonterías son esas, nada nos pasará ya somos grandes, anímate ven...






Ambos pajarillos, levantaron vuelo y se fueron a jugar cerca del almacén donde sus madres les habían prohibido ir. Cuando se es joven no se mide el peligro pero una travesura seguida de una mala decisión estaban a punto de convertirse en una tragedia.

Ven pidgeot vamos a jugar a la huerta de los humanos ahí hay mucha comida, ven vamos a buscar lombrices estoy seguro que nos daremos un manjar.

Pidgeot inseguro como era decidió aventurarse y junto a piglet fueron a buscar lombrices al huerto de los humanos.

Mira Piglet cuantas aves mayores allá arriba sobre el almacén, imagínate cuanta comida puede haber allá....Nunca lo había pensado pero es peligroso subir allá nunca se sabe y ese almacén es de los humanos y ya sabes lo que dicen de ellos, solo destruyen, mi abuela cuenta que antes de la llegada de los humanos a este bosque todo era verde y los árboles aún cuentan como vieron morir a muchos de sus amigos con la llegada de los humanos, así que ni se te ocurra subir allá.

Pidgeot miró a lo alto del almacén y sin que piglet se diera cuenta alzo vuelo y subió a lo más alto. Al llegar al techo no observó nada más que un tono blanco que le cegó la mirada, el color del techo y los rayos del sol le nublaron la vista y por una abertura en el techo cayó dentro del almacén, lastimándose las alas y provocandole un gran golpe que lo dejó mareado y peor aún lastimado en el alma al verse en esa situación.

Oh ahora que haré, no puedo trepar y estoy en la boca del lobo, hay demasiado ruido, no podre trepar y nadie me escucha.

Abandonado a su suerte el pequeño pájaro fue perdiendo la esperanza hasta sentirse desolado y perdido, su vida corría peligro, sabía que moriría si no salía de ahí pero sus posibilidades de supervivencia eran mínimas.

Pararon las horas y con ellas la perdida total de la esperanza, ya pidgeot no se movía ya solo esperaba lo peor...Lloraba al recordar a su amigo y a su familia, lo desesperada que estaría su madre buscándolo sin saber que estaba donde los humanos tenían el almacén.

escucho un ruido y levanto la mirada, vio a un humano acercándose como buscando algo y en ese momento ambos se miraron  <estoy perdido dijo>. El humano lo vio y retrocedió a buscar algo...pidgeot no tenía ya fuerzas no pretendía luchar. El humano regresó con una especie de tela suave y fue acercándose a pigeot hasta cubrirlo con la tela, de inmediato sintió que le atrapaban y sintió una presión en sus alas, trató de mirar que sucedía pero la tela le cubría por completo la mirada, cuando de repente sintió que le descubrían la tela y al mirar pudo observar el huerto, a lo lejos aún le esperaba Piglet.

El humano le liberó, pudo volar libre como es la naturaleza de las aves, aquél día se le había otorgado una segunda oportunidad, rápidamente fue a buscar a piglet y le contó lo sucedido, ambos juraron nunca mas atreverse a desobedecer a sus madres y regresaron a casa sanos y salvos.